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13, Dec, 2019
By Daniel Salazar
En los últimos años la hotelería ha ido evolucionando progresivamente, mejorando el servicio, agilizando SOP’s, definiendo estándares de marca y realizando smarts investments, reflejándose todo ello en mejoras del GOP, satisfacción del cliente, y reputación online.
Sin embargo, en algunos aspectos operativos las empresas hoteleras han decidido seguir otra estrategia de mejora y diferenciación: el co-branding.
Se trata de una estrategia que permite al hotel diversificarse, tener una oferta atractiva diferente al resto, con marcas que permitan crear experiencias y posicionarse adecuadamente entre sus competidores. Por ello, es fundamental no subestimar lo que representa, ya que debe mejorar y facilitar la conexión experiencial que hay entre cliente y hotel. Grandes cadenas hoteleras como Meliá Hotels International, Ritz Carlton, Hard Rock o Iberostar ya han puesto en varias ocasiones esta práctica en funcionamiento, consiguiendo siempre éxitos rotundos.
Si hablamos de amenities, Gran Meliá lleva años colaborando con Clarins, Meliá acaba de comenzar a trabajar con Rituals en sus amenities ecopump y en Ritz Carlton Arts colaboran con L’Occitane. Los spas de la cadena Ikos y del Kempinski Bahía colaboran con Anne Semonin, y Vila Vita Park en Algarve trabaja con Sisley Paris.
En cuanto a moda, Iberostar lleva a cabo campañas de colaboración en Iberostar Las Letras con Wolfnoir, reconocida marca de gafas de sol y Sol Wavehouse trabaja junto con Quicksilver en la isla de Mallorca.
Al volante, Hard Rock Hotel Tenerife ha llegado a un acuerdo con Jeep para ofrecer experiencias alrededor de la isla al igual que Meliá con Audi, o Gran Meliá con Lexus.
En lo referido a F&B, VP Plaza España dispone en su lobby de un restaurantes dirigido por Grupo Larrumba, la marca Innside by Meliá acaba de cerrar un acuerdo de colaboración con Lateral, y el premiado restaurante de David Muñoz, DiverXo se halla situado dentro del NH Eurobuilding.
Para aplicar adecuadamente esta estrategia es necesario tener marcados una serie de criterios que aseguren una correcta alineación entre los hoteles y las marcas valoradas.
Lo criterios deben ser tanto cualitativos como cuantitativos, es decir, tener en cuenta qué marcas pueden adecuarse al tipo de hotel (vacacional o urbano), a los segmentos a los que va dirigido, categoría, tarifa, ocupación, implicación operativa por parte del hotel y costes necesarios para la aplicación del co-branding.
El co-branding es una estrategia cada día más utilizada por las hoteleras que supone importantes ventajas como:
La creación de potentes relaciones comerciales: construcción de vínculos con nuevas marcas.
Aumentos de cuota de mercado: al unirte a otra marca, accedes a su target, por lo tanto, aumentas el tuyo.
Posicionamiento: al acceder a otras marcas tu imagen de marca aumenta en impacto a clientes.
Fuerte impacto en nuestros clientes: con estas alianzas aumentas tus posibilidades creativas y por tanto de conseguir el efecto WOW del cliente.
Si tratamos la parte cuantitativa, algunas de las ventajas obtenidas son bastante obvias, si un hotel se alía con una marca reconocida, está mejorando la estancia y la experiencia del cliente, por lo tanto estará en condiciones de subir la tarifa, aumentado de este modo el ingreso de explotación.
En cuanto a coste, como toda mejora, reforma o inclusión dentro del hotel, requiere un esfuerzo. Sin embargo, en este caso el coste es menor ya que aparecen sinergias entre marcas. En el caso de F&B, las colaboraciones con grupos de restauración o con chefs reconocidos pueden realizarse de múltiples formas, como un alquiler de espacio que mejore la reputación y ocupación del hotel sin suponer ningún tipo de coste o con un joint venture que reporte ciertos beneficios a final de año, desentendiéndose de la operativa.
Con todo esto, ambas marcas, tanto el hotel como el colaborador buscan una alianza “win win”, aunque una de ellas tome el papel de “marca anfitriona” y la otra de “marca complementaria”. En el caso de la “marca anfitriona” el beneficio que puede obtener es el prestigio o la calidad que la “marca secundaria” ofrece. Y ésta última gana la posibilidad de penetrar en mercados o sectores a los que normalmente no tiene acceso o donde no suele trabajar.
En definitiva, el co-branding permitirá a cualquier hotel potenciar su imagen, su valor y su rentabilidad.
En the hotel factory acompañamos a nuestros clientes en la consultoría e implementación de sus proyectos con estrategias de co-branding que faciliten y mejoren la experiencia de sus clientes, así como su cuenta de resultados. Analizamos en función de la tipología del hotel, cuáles pueden ser las marcas más adecuadas para mejorar la satisfacción, dónde implementarlas, y especialmente cómo hacerlo para sacar el máximo partido a la colaboración y facilitar en la medida de lo posible la operativa diaria del hotel.